La Innovación es sin duda alguna el aspecto clave de la evolución del modelo competitivo Vasco; una evolución sustentada en la transición desde la economía de los factores productivos a la denominada economía del conocimiento.

La Economía de los Factores Productivos está asentada los principales factores de competitividad del tejido industrial: materias primas, trabajo, capital… siendo estos el motor de la economía. Competitividad es sinónimo de eficiencia y el lanzamiento de nuevos productos y de la innovación cuenta con escasa importancia. Los protagonistas de esta economía son las empresas eficientes.

De esta economía, dimos el paso a la Economía de la Innovación; en la que la eficiencia operativa no es ya suficiente para ser competitivos y la capacidad de generar nuevos productos gana importancia para la generación de valor. Las empresas generan nuevos productos y servicios de manera continua para ser competitivos y la aplicación de la tecnología pasa a ser el motor económico. Las empresas innovadoras son las movilizadoras de esta economía.

En la actualidad nos encontramos en un momento de transición a la Economía del Conocimiento, en la que la eficiencia operativa y la aplicación de tecnologías para la generación de nuevos productos no son suficiente para asegurar la competitividad.

La clave está en la creación de nuevo conocimiento, el conocimiento es el motor de la economía ya que genera la principal ventaja competitiva a nivel global. Su buque insignia son, por tanto, las empresas generadoras de conocimiento. Las actuaciones actuales del Gobierno Vasca se centran en desarrollar y consolidar empresas vascas generadoras de conocimiento.